La clínica "Sagrado Corazón", de Hurlingham, fue bautizada desde hace años por la gente como "Camino al cielo", en referencia, con cierta cuota de humor negro, a que quienes ingresaban a ella con intenciones de sanar, en realidad terminaban en el cementerio.
Tras sospechar durante años, de irregularidades y situaciones de mala praxis, se aprobó en el Concejo Deliberante el pedido de informes y auditoría sobre la clínica a la que entre otros, asisten los jubilados cuya obra social, PAMI, deriva en ese centro sanitario.
Con el acompañamiento de familiares de vecinos y familiares de víctimas de la clínica, el proyecto impulsado por el concejal Lautaro Aragón fue tratado sobre tablas.
"No alcanzan las palabras de compromiso de los dueños de la clínica, ni de los funcionarios. Es el Estado quien debe auditar esta institución que sigue funcionando de manera deficiente, no creemos que la salud deba estar manos del mercado, creemos en el rol regulador y garante de derechos del Estado", sostuvo el edil.
Y agregó: "Son cientos los ciudadanos que nos acercaron relatos, casos e historias de personas que han sufrido maltratos y mala praxis en esta clínica".
Al finalizar la sesión y con el pedido de Auditoría aprobado, Aragón expresó que "?no es muy común que en los concejos deliberantes hayan ciudadanos sonriendo, hoy lo están porque los escuchamos y de esta forma seguimos forjando una nueva forma de representar. No es menor que el cuerpo que representa a toda la comunidad de Hurlingham solicite la Auditoria, espero que sirva para terminar con esta situación y para conseguir justicia respecto a los casos que se llevaron la vida de muchos de nuestros vecinos?".
En los próximos días el concejo deliberante de Hurlingham deberá solicitar al Instituto Nacional de Servicios Sociales para Jubilados y Pensionados (PAMI) y a la Superintendencia de Servicios de Salud de la Nación, la pronta Auditoría de la Clínica Sagrado Corazón de ese distrito.
Regresar
